y los
recuerdos amarrados a la puerta
mientras
la chela y la sonora matancera suben trepan y los cuerpos
roncan
en el
umbral como una penca recién puesta
nosotros,
estamos bailando
hemos
roto una botella y todo el champan lluvia nos ha dicho que empezó la vida
nos ha
dicho que
salud y
fortuna
y que
estos son los cuartos que papá
en los
domingos, nos ofrecía como un mapa del tesoro
y
nosotras observabamos emocionadas
Y son
las sangres de estás fiestas
sudando
amarillito
somos, el futuro
De la
nostalgia
Y con
cuchara de palo la vieja dice zámpese un trago
Crecen
techos con pinche sudor y perros gárgolas
aúllan
en las azoteas
Revienta
tres o cuatro arañas y al bolsillo y
la
suerte se puede trabajar, sino para que
los
papeles arrugados nos siguen curando del susto
un vaso
es un huevo que nos dice quién nos ojeo
hay
manos picando su raíz de suerte
y su
picazón es el futuro
hay
maderas que se tocan para ahuyentar azares pendejos
dinero
hubo pero faltó amor
qué
sabor qué sábado raído tiene en la lengua
qué
rostro qué moraleja qué epitafio
Entonces
nos reducimos a paraderos
y la
pistas siguen siendo el cementerio
de
tantos pobres
y aquí
los zapatos
ecuestre
entonces era el sol
un mesa
enorme
mesa
membrillo sumiso nos protegía de la hipocresía
y miércoles
y jueves poblaron este paraíso
e
inauguraron
fiestas
y muchachos que defecan su risa en las esquinas
y terca
señoritas de insolentes piernas
Ser ya
la extensión de uno mismo
Foco
colgando repletos de mosquitos
Polladas
y velorios
velorios y salchipapas
mi
barrio y sus cerros
Certificado
de orina y de sangre
el
tamaño de sus pies, los zapatos
que
calza al fondo del papel extendido
aquel
enamorado de su enamorada
y
seguimos yaciendo y bailando más y
más
dentro de señoritas y vasos de cristal
siguen
tamborileando en el pecho
y más
ají en la danza
y más ají en los ojos
y menos
ají en nosotros
plata
hubo, pero faltó amor
Tropical
es follar en la yunza, llevarse
a un
muchacho al fondo del baño. Y
los
ojos se repasan, energúmenos y rancios.
El
barrio como una mosca enferma
de
bailar al filo de la leche condensada
y el
verano
zumbando
en la
boquita
de
Carla
y de su
física
más
y más
cachivaches
arqueados riendo
seguimos
bailando
en una
tacita donde un té filtrante parece mugir
de
penas
estas,
todas estas aguas
son
floridos floripondios
brisa
de meada
con las
que mi abuela realiza abluciones mixtas
y
aquella papera no escamoteada en las fotos
¿la
recuerda?, aterriza en el ombligo y
el
champan en el aire es un caballo blanco
julio barco
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