Los nueve gemidos sobre el atrio


Gemido en la fiesta de San Pedro.- Pastizales ahumados con tu vientre, sentí el olor de tus libros. Ya no tienes ortografía para escribirme cartas y postales judiciales, al fin todo se fue a la mierda. Un pedazo de llanto marco nuestra partida en nuestra cama que ya no pudo soportar el poder de tu cabello y mi saliva sobre tu piel. El cielo nos fue negado en luna llena, los hombre lobo que saltaron de tu vagina no entendieron el pacto que hicimos, un amor que no conocía de autobuses o semáforos, que más te puedo decir saltaré del atrio para volver a bautizarme,  ya no conozco al buda crucificado.

Gemido tras la catedral en pleno juego de ajedrez.- tomamos nuestras pieles como animales en veda, dormimos en los Apus sin miedo invocamos a nuestros sexos, salieron sus espíritus. La danza se tornó liquida con retazos de amapola y opio, pedazo de mi cayeron a la olla no pudiste aguantar el placer de ser el caballo que mate a la reina. Yo fui una torre que se cayó por un terremoto sin tener miedo de la gravedad, mis pies y tus uñas se copularon, se amaron como cuando el motor del avión se prende cuando choca contra el mar. El ayllu del sur murió con cinco gotas lágrimas que se contaron desde la punta del volcán.

Gemido en el caballito de totora.- la señora de Cao sumo sus tatuajes junto a los sacrificios que se  venían junto a la tormenta, así tus piernas no me avisaron de lo ojos mutantes  y de tus senos cartesianos, donde se perdió el sentido matemático del placer. Para mí ya no sabía la cerveza  a tu clítoris, tu clítoris ya no era como un sábado. Aparecer borracho disfrazado de Barney era el mejor ataque terrorista que se podía hacer en el hotel, mi hambre de ser un barquito de papel era tan grande como tu pezón (hinchado, redondo ,  versado y rosado).

Gemido romántico en la caja de fósforos.-  la virgen María abrió las piernas para que nazca un logaritmo, solo eso pudo ser crucificado después  de que José no quería saber sobre la abstinencia de las estrellas. Cuando se perdió el pálido pubis entrecruzado de un burro, los animales decidieron ser caja de fósforos, abandonar las cuatro estacas y las cuatro patas sobre el universo. Tres viejos buscaban diversión con una jovencita que tenía el poder de  sacar de sus ojos palomas y gemir como platillo volador.

Gemido de una habitante de la Atlántida.-  artificios malogrados en los árboles que decidieron conocer tu propuesta indecente, tus pies tocaban la tierra y mis manos solo rozaban un día de tu agitado cabello. He perdido la conciencia 4 galaxias atrás, tú eras B yo  tenía cuatro patas escamadas que solo respondían cuando tu renegabas. Saltamontes sonámbulos disparan contra tu pared, aquí no me dices, yo soy una cacerina con el fuego consumido. Más tarde fue  orquídeas en la playa, experimentos fallidos, telepatía de amor y tecnología sobre el colchón. Tu mejor acrobacia fue darme un beso.

Gemido webcam.-   35 soles y una cama con ducha, todo fue un juego de monopolio entre Inglaterra y España. Tu tristeza azotada por un romano no tenía pies, mi pene no tenía la respiración adecuada, cinco clavos, un condón sin llantas. Tu risa me contagiaba de placer.  Cinco kilos de marihuana en tus vellos lamidos, olor a avión. Aterricé en el teclado y mis ojos destilaron alcohol, bébelo conmigo abro mis piernas para que me penetres con tu concha. No tengo sentido, el mar y la brújula se distancian por un cigarro.

Gemido punk con weed.- una pierna alzada y un rifle en tu lengua, la estructura ósea hablándome de la rumba setentera.  Un riff destellea tu ombligo,  un porro me indica que el barco se va mas allá de la vereda, nuestra infancia estuvo algo alejada, pero tomados de la mano somos mejor que una ecuación, un variable sobre otra dando la vuelta al mundo en 80 días, y Sid Vicius mata a Nancy por vigésima vez, un pecado se perdona cuando se vuelve estigma.

Gemido en el rio menos cuarto.-  el sol ya no quería ser lámpara mientras nuestros pies eran asfalto adoquinado con recuerdos que son gruñidos ahora. No puedo sumar las galaxias en mi origami, maniquís con grimorios equidistantes, y un pasamontañas cubre tus pechos. Las cámaras están apagadas porque la piel no traspasa el pasado. El río no conoce de tus uñas yo conozco de tu carne y mi dientes conocen de tus propuestas, allá debajo de un árbol.

Gemido recordado una turba violenta.-  volcán sin placa tectónica solo una frazada cubriéndose, y una mano como termómetro controlando el circuito sanguíneo. Caminas como helicóptero muerto una y dos veces te mueves, sin alas caes, eres Jesucristo si cruz, lloras conmigo, grito contigo, no tenemos profecías y somos un par de biblias que se queman por herejes en medio de una protesta cuando los policías nos dicen acepta la mina mierda. Somos biblias con sabor a tantra, tu pierna y mi lengua.  Tu lengua y mi infancia.

Fin de la historia yo sin voz, tu sin pasaje, tu secuestrada , yo con poemas. Una historia y yo con un hijo.



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