AL COLEGIO NO IREMOS MÁS...

DESAPROBADOS

el ron se hizo mujer
y entró al colegio como un ácido lleno de perros
abrió mochilas y nuevos caminos
pero nadie podía pasar
estábamos amarrados a las carpetas así como se amarra la chupadera del año pasado al año que viene
todo con yuyo
                           y balas

Pero había que aguantar

o solo ser fusilado por decenas de penes y tetas en el pabellón C, 5to B, turno siempre tarde
o el hueco donde nos empujaron a 4to y 5to frente a la cocina, el muerto y el baño
allí donde la vida era filosa pero sencilla:
solo pegar pa que no te peguen
solo meter mano pa no perder las tuyas
solo matar para que no te agarren tres y apaguen cohetes en tus brazos
solo fusilarte sin piedad
así como decías al pequeño Palacios: busca otro más chato que nadie
ame, nadie críe, nadie madre y aplástalo
súmate a todos por emcima de todos
y repite conmigo: era mi amigo pero tuve que matarlo
sacarle zapatos, ojos, yuyo, corazón intacto
y enterrarlo en el techo.

pero me voy a rebelar

podemos escarbar debajo del colegio y hacerlo caer, caer y rodar
rodar como la pelota mil veces parchada
y quizá la vida ya no sea tan sencilla;
sea real o sea un río
donde tus recuerdos no sean un montón de fósforos mojados y apilados para una foto
donde podemos serlo todo menos nosotros
porque nos vamos
porque no es lo mismo sonreir amenazado
             no es lo mismo crecer a patadas.

Y el recreo era un paraíso

y el paraíso un montón de pantanos
y los pantanos eran nuestras madres pero no descuartizadas
y sus renacuajos eran abrazos antes de dormir o de fusilarnos
porque en ellos tuve un amigo que alquilaba caballos al futuro
uno que recogía basura antes que el sol
uno albañil desde que nació y otro
otro que le sacaba los piojos a su hermanita cada vez que entraba al corral de los pollos a jugar

y tuve 11 amigos sin padres

cuatro amigas con demasiados padres
me rompí la cabeza 10 ó 12 veces
y la poesía no era más que la arena que jamás me salía del zapato
hasta que un día el profe revisó medias al frente de todos y las mías tenian hueco.
No escapé, no me escondí. Alcé mi pezuña revolucionaria y todos vieron mi interior:
primero risas
pero al final todos alzamos las pezuñas como banderas gritando que nada
nada podía contenernos
ni las púas o el vidrio roto coronando las paredes, nada,
ni la pizarra, ni la poesía
nada recogerá todo lo que sentimos
nada de renacuajos tímidos a formación donde el profe sólo veía vaginas
la directora solo piedras y piojos, y yo al Frontón...

Pero el profe

había perdido un hijo
la miss tenía quistes y un nieto abortado en la disco.
Nosotros jugábamos a ser grandes porque no había tiempo para nada
porque no había más juguete que la Muerte y su alambre
y yo jugaba conmigo
pero me apareció el bigote como mala hierba
y a Susan alguien metió la mano
a Jeny alguien le metió un hijo, está llorando, allá voy pero toca el recreo
a Pacheco se le perdió el corazón, podemos ayudarlo pero toca el recreo
Emanuel ha sido violado, perdió un dedo
y el profe perdió otro hijo, allá vamos, casi todos
pero toca el recreo

y de mis heridas nacen vizcachas, boas, caballos

y mucha música para responder a los exámenes que poco a poco nos arrastraban desde la mierda hasta la mierda equivocada
y tú vienes, vienes a abrazarme
pero toca el recreo

y ahora me nacen perros por la boca y una protesta de cóndores exigiendo salvarnos del próximo año,

de tener hijos, de darle cuerda a este circo que nadie nos ha presentado, de decir basta ya
pero toca la muerte
                                y el recreo

y ahora revive Palacios y desde los techos me grita lo tenemos todo para la revolución y para abrazar a mamá

pero toca el recreo, toca el recreo

y ofrecemos un corazón maltratado pero lúcido

ya no queremos jalar, ya no somos ron
pero ahora
toca
la salida.


Antonio Chumbile

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